Los sueños se cumplen

Rafal Majka: El Ángel Guardián de Pogacar

El polaco, que siempre aspiró a ganar una gran vuelta, ha transformado su carrera para convertirse en el gregario más destacado y temido del Giro de Italia.

El polaco Rafal Majka, conocido como el ángel de la guarda del ciclismo, comenzó jugando al fútbol antes de cambiar a las bicicletas a los 12 años. Descubierto por un entrenador de ciclismo en su escuela, Majka inició una meteórica carrera que lo llevó al equipo Saxo Bank en 2011, tras demostrar su capacidad al mantener el ritmo de Alberto Contador.

A sus 34 años, Majka se ha reinventado como el escudero de Tadej Pogacar en el Giro de Italia. Siempre confiable, protege a su líder en momentos críticos de la carrera. Los rivales lo temen, sabiendo que en las rampas más exigentes, Majka impone un ritmo que desgasta a todos para beneficiar a Pogacar. Este apoyo constante fue evidente en etapas como el Passo Broncon y Monte Pana.

El trabajo de Majka es sacrificado y poco vistoso, pero muy valorado por los directores de equipo. A pesar de tener las cualidades para ser líder, ha aceptado su rol de gregario, siendo superior a otros como Daniel Martínez y Geraint Thomas. Su experiencia y logros, como el Premio de la Montaña en el Tour de 2014 y el tercer lugar en la Vuelta a España de 2015, lo respaldan.

Majka también tiene un pasado ilustre, habiendo aprendido junto a grandes ciclistas como Contador y Sagan en equipos exigentes como el Saxo Bank y el Tinkoff. Sus éxitos, incluyendo una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016, lo han convertido en un ídolo en Polonia. En 2021, con el UAE, logró una destacada victoria en la Vuelta a España tras una épica escapada.

Satisfecho con su papel como guardián de Pogacar, Majka admira a su líder tanto por sus habilidades ciclistas como por su trato personal. Pogacar, agradecido, siempre reconoce y comparte sus victorias con el equipo. En el UAE, se especula que Pogacar desea regalarle una etapa a Majka, quien sigue abriendo camino a la maglia rosa del Giro.

Fuente: El Mundo