La vuelta del hijo pródigo con un final agridulce

Luka Doncic regresó a Madrid en un día cargado de emociones, pero lamentablemente las molestias en la pantorrilla limitaron su desempeño en el partido. El WiZink Center estaba repleto de fanáticos con camisetas con el número 77 del talentoso jugador esloveno, lo que demostraba la fascinación que genera entre los aficionados. A pesar de las restricciones en cuanto a minutos de juego, Doncic no decepcionó. Desde el inicio del partido, anotó un triple y realizó un espectacular alley-oop a Derek Lively, desafiando incluso a Tavares. Mostró su destreza con triples desde larga distancia y se divirtió en la cancha. Rudy se enfrentó a él con determinación, pero ambos jugadores disfrutaron y compartieron risas durante el juego.

A pesar de tener que retirarse temprano debido a las molestias, Doncic recibió un fuerte aplauso del público del WiZink Center. Antes del partido, dirigió unas palabras emocionadas al público, agradeciendo a sus excompañeros y entrenadores por este día especial. Fue un homenaje a su figura, marcado por momentos de habilidad y camaradería en la cancha, dejando una huella imborrable en la memoria de los aficionados madrileños.

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