Más de 370 focos de calor amenazan la biodiversidad peruana en Madre de Dios

Madre de Dios.- Un foco de calor es una zona donde se detecta un aumento de temperatura en la superficie terrestre, que puede ser identificado por satélites. Este fenómeno es comúnmente asociado con incendios forestales, pero también puede deberse a actividades como quemas agrícolas o incluso desechos en descomposición. 

La detección de focos de calor es fundamental para la gestión de incendios, ya que permite a las autoridades tomar medidas preventivas y de control, ayudando a proteger ecosistemas y comunidades.  

Diversas macroregiones del Perú han reportado un incremento significativo en los focos de calor, un indicador del avance de incendios forestales y la afectación de ecosistemas. Según datos proporcionados por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), la situación es crítica en varias áreas del país. 

La Macro Sur lidera la lista con una alarmante cifra de 434 focos de calor, donde la mayoría (379) se concentran en todas las provincias de Madre de Dios. Le sigue Arequipa y Cusco con 18 y 12 focos de calor, respectivamente. Este incremento pone de manifiesto la vulnerabilidad de la región frente a la deforestación y la explotación de recursos naturales. 

En la Macro Centro, Junín se destaca con 120 focos de calor, mientras que Lima/Callao reporta 96. Estas cifras son un llamado urgente a la acción, considerando que estas áreas no solo albergan biodiversidad, sino que también son cruciales para la regulación del clima. 

Por otro lado, en la Macro Norte, Cajamarca registra 49 focos de calor y La Libertad suma 12, reflejando el riesgo de incendios que pueden afectar la agricultura y la vida silvestre.

Otras macroregiones también presentan cifras preocupantes. Ucayali reporta 107 focos de calor, mientras que Huánuco y Pasco suman 16 y 37 focos, respectivamente, lo que subraya la necesidad de estrategias de prevención más efectivas. 

Entre los departamentos menos afectados, Tacna reporta solo 1 foco de calor, pero esto no resta importancia a la necesidad de monitoreo constante en todas las regiones.

Fuente: El Comercio