Regiones resilientes
Lámud enfrenta devastación forestal: Expertos revelan desafíos y oportunidades en la recuperación post-incendios
Escuela R expone brechas en la respuesta a incendios en Amazonas, y expertos piden mejorar la gestión y aprovechar la resiliencia natural.
Amazonas.- Los incendios forestales continúan causando estragos en el Perú, con 65 focos activos según el último informe del COEN. Ucayali sufre un incendio particularmente grave en Nueva Requena, con 7,000 hectáreas afectadas, mientras que Amazonas lidera en número de incendios con 15 focos activos, impactando severamente distritos como Chiliquín, Jumbilla y Asunción.
Lámud, en la provincia de Luya, emerge como un caso crítico con más de 9,000 hectáreas de cobertura natural perdidas. El distrito fue declarado en estado de emergencia hasta mediados de noviembre de 2024. En respuesta, Escuela R, una organización dedicada a fortalecer la gestión pública frente al cambio climático, realizó una evaluación in situ.
Diego Padilla, director de Estrategias y Alianzas Territoriales de Escuela R, compartió hallazgos clave de su visita a Lámud. Destacó la discrepancia entre las zonas más afectadas y las incluidas en la declaratoria de emergencia, atribuyéndolo a las limitadas capacidades de los gobiernos locales para transmitir información precisa sobre las emergencias.
Padilla enfatizó la necesidad de fortalecer a los gobiernos locales para mejorar la gestión de emergencias. Señaló que, según el Gobierno Regional, más de 1,000 hectáreas han sido afectadas en Lámud, mientras que en la provincia de Luya las pérdidas superan las 5,000. Atribuyó los incendios principalmente a la quema de maleza descontrolada, exacerbada por condiciones climáticas adversas y la falta de lluvias.
El especialista resaltó el potencial de recuperación natural y el capital social existente en las zonas afectadas. Observó áreas previamente incendiadas que ya muestran signos de regeneración, algunas de manera natural y otras mediante reforestación. Esto subraya la resiliencia de las comunidades locales y su experiencia en la restauración de áreas quemadas.
Padilla describió signos alentadores de recuperación ecológica, como la germinación de rizomas y la aparición de brotes de pasto apenas días después de extinguirse los incendios. Explicó cómo la capa de ceniza en la superficie del suelo no impide el crecimiento de nuevas plantas desde el subsuelo fértil, beneficiándose incluso de los nutrientes aportados por las cenizas.
En conclusión, Padilla enfatizó la importancia de trabajar en conjunto con las comunidades locales para la recuperación de los ecosistemas, aprovechando la resiliencia tanto del suelo como de la población. Advirtió sobre la persistencia de condiciones climáticas adversas y subrayó la necesidad de fortalecer las capacidades de los gobiernos locales y regionales para enfrentar futuros desafíos, considerando no solo los aspectos ambientales sino también los impactos psicológicos y económicos en la población.
Fuente: inforegion.pe
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