Especies Amenazadas en San Martín: Un Rol Vital para el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera

San Martín.- En el corazón de la región San Martín, el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera se erige como un bastión crucial para la preservación de la biodiversidad. Dentro de esta vasta extensión de selva tropical, el uso de cámaras trampa ha emergido como una herramienta indispensable en el esfuerzo por monitorear y proteger a las especies en peligro de extinción.

Las cámaras trampa, estratégicamente ubicadas en puntos clave del área protegida, operan como ojos discretos en el bosque, capturando imágenes de la vida silvestre sin perturbar su hábitat natural. Este enfoque no invasivo permite a los investigadores recopilar datos valiosos sobre la diversidad de especies y sus hábitos, proporcionando una visión detallada de la salud del ecosistema.

Gracias a estas cámaras trampa, se ha logrado documentar la presencia de especies emblemáticas como el jaguar, el oso de anteojos y el mono choro de cola amarilla, todas ellas en riesgo debido a la pérdida de hábitat y la caza ilegal. Estos hallazgos han impulsado esfuerzos de conservación más efectivos, enfocados en la protección de los hábitats críticos y la mitigación de las amenazas humanas.

Además de su papel en la preservación de la fauna, las cámaras trampa también han revelado la rica diversidad de la flora en la Cordillera Escalera. Especies de plantas raras y endémicas, antes desconocidas, han sido registradas, lo que subraya la importancia de proteger este ecosistema único y vulnerable.

A medida que avanzamos hacia un futuro marcado por el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, el uso de tecnologías innovadoras como las cámaras trampa se vuelve cada vez más crucial. Estas herramientas nos permiten comprender mejor el mundo natural que nos rodea y tomar medidas proactivas para su protección y conservación a largo plazo.

En última instancia, el empleo de cámaras trampa en la Cordillera Escalera no solo representa un avance en la ciencia de la conservación, sino también un compromiso con la salvaguarda de la vida silvestre y los ecosistemas que sustentan nuestra propia existencia. Es un recordatorio de que, en la lucha por proteger nuestro planeta, cada pequeño esfuerzo cuenta. 

Fuente: Andina