Comunidad asháninka de Pangoa denuncia abandono del alcalde en crisis educativa

Junín.- En la Comunidad Nativa Alto Saureni, ubicada en el distrito de Pangoa, región Junín, más de 100 escolares asháninkas llevan seis meses realizando sus clases en condiciones precarias. Desde el colapso del techo de su Institución Educativa 30950 en enero, los estudiantes han tenido que trasladarse a un local comunal no acondicionado para el estudio. Este cambio se debe a la antigüedad del colegio, construido hace 32 años por los padres de familia con materiales básicos como palos y maderas. La situación se ha vuelto insostenible, afectando gravemente el proceso educativo de los niños y niñas de la comunidad.

El jefe de la comunidad, Lázaro Castro, ha denunciado públicamente la inacción del alcalde distrital de Pangoa, Óscar Villazana. Según Castro, Villazana se comprometió a iniciar los trámites necesarios para construir una nueva infraestructura escolar. No obstante, hasta la fecha no se ha proporcionado ninguna información sobre avances en este proceso. La falta de comunicación y acción por parte de las autoridades ha generado una profunda preocupación y malestar en la comunidad, que siente que sus necesidades están siendo ignoradas.

Un padre de familia expresó su indignación, destacando la inadecuación del local comunal donde actualmente se imparten las clases. "Los escolares están estudiando en una choza. No tenemos locales grandes. Así nomás estamos prestando de la comunidad su local. No está adecuado el local", declaró. La comunidad ha pedido insistentemente la construcción de un nuevo colegio, pero las autoridades alegan falta de presupuesto para atender esta urgente necesidad.

A pesar de la negativa inicial, el jefe comunal no se ha rendido y ha solicitado materiales básicos como combustible y motosierras para intentar reparar la infraestructura con sus propios medios. Esta situación pone de manifiesto la desesperación y el espíritu de autosuficiencia de la comunidad asháninka, que está dispuesta a hacer lo necesario para garantizar un entorno educativo seguro para sus hijos. Sin embargo, estas medidas paliativas no son suficientes para resolver el problema de fondo.

El director de la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) de Pangoa, Elmer Chipana Chipana, se ha comprometido a visitar la comunidad para evaluar la situación y declarar la institución en emergencia. Esta visita es un primer paso importante, pero es crucial que se tomen medidas concretas y rápidas para construir una nueva infraestructura escolar adecuada. La educación de los niños asháninkas no puede seguir siendo postergada, y es responsabilidad de las autoridades garantizar que reciban una educación digna y segura.

Fuente: RPP