¡Sismo en la Selva!

Sismo de 5.0 sacude Ucayali, viernes 10 de mayo

Según el reporte del Instituto Geofísico del Perú.

Aguaytía.- En la tranquila mañana del viernes 10 de mayo, la tierra en Ucayali, Perú, pareció suspirar con un temblor de magnitud 5.0, registrado por el Centro Sismológico Nacional del Instituto Geofísico del Perú (IGP). A una profundidad de 138 kilómetros, el epicentro de este fenómeno se halló a 31 kilómetros al noroeste de Aguaytía, en el distrito homónimo de la provincia de Padre Abad.

El rugido subterráneo no se limitó a Aguaytía; extendió sus tentáculos vibratorios a lo largo y ancho de Ucayali. Desde Pucallpa hasta Yarinacocha, el temblor hizo su presencia sentir. Pero su alcance no se detuvo allí; como un rumor que se expande sin límites, alcanzó tierras distantes. San Martín, Cajamarca, Huánuco, Pasco, Amazonas, Áncash, La Libertad y Lima también experimentaron su efímero abrazo.

Ante la incertidumbre, las palabras del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) resonaron como un faro de calma en la tormenta. Instaron a la población a mantener la serenidad y a tejer planes de evacuación familiar, a comprobar las salidas como quien prepara un refugio ante la tormenta. Estas directrices, como hojas al viento, buscaban mitigar el temor y ofrecer un sendero seguro en medio de la incertidumbre.

Perú, en su posición dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, es testigo de la danza eterna de la tierra y el fuego. En este rincón del mundo, la actividad sísmica es una sinfonía constante, un recordatorio de la fragilidad de nuestra existencia frente a las fuerzas de la naturaleza. Pero también es un llamado a la preparación, un recordatorio de nuestra capacidad para adaptarnos y resistir.

En medio del bullicio cotidiano, la tierra nos recuerda su poderío con cada sacudida. Nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el entorno y a valorar la importancia de la solidaridad y la preparación comunitaria. En cada temblor, encontramos una oportunidad para fortalecernos como sociedad y avanzar hacia un futuro más resiliente.

El temblor del 10 de mayo en Ucayali, aunque fugaz en su duración, dejó una impresión duradera en la conciencia colectiva. Nos recordó nuestra vulnerabilidad compartida y nuestra capacidad para enfrentar los desafíos que la naturaleza nos presenta. En su eco, encontramos la fuerza para seguir adelante, unidos en nuestra determinación de construir un mañana más seguro y prometedor.

Fuente: Andina


Comentarios


Suscríbete a nuestro Newsletter

Recibe nuestro Newsletter diariamente registrándote con tu email y mantente informado con las noticias más relevantes del día.

Suscribirme



También te puede interesar


Banner tpd 2997014c


Más leídas - Aguaytía