Sergiño Dest tuvo un comportamiento problemático durante el partido de la selección de Estados Unidos la noche anterior. En el enfrentamiento de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Naciones de la CONCACAF contra Trinidad y Tobago, perdió el control tras una decisión sobre un saque de banda. El árbitro consideró que el balón había salido, mientras que Dest pensaba lo contrario.
En medio de su protesta, recibió dos tarjetas amarillas consecutivas, realizó un gesto al árbitro y se enfrentó verbalmente con dos de sus compañeros antes de dirigirse al vestuario. La tensión continuó tras el partido durante la conferencia de prensa.
El capitán Tim Ream expresó su malestar por la actitud del lateral, mencionando que no puede compartir públicamente lo que han discutido en privado, señalando una falta de respeto hacia los jugadores, el equipo en general y su persona.
Más tarde, Dest mostró arrepentimiento en sus redes sociales, disculpándose con sus compañeros, los fanáticos y el país por su comportamiento, calificándolo como inaceptable, egoísta e inmaduro, admitiendo su decepción hacia el equipo y prometiendo aprender de ello para no repetirlo.