Por David Silva Escalante
Hoy el Perú vive un terrorismo urbano, sumado a los delincuentes terroristas del VRAEM, a los mineros ilegales, a los taladores ilegales y a los narcotraficantes.
Esa es la primera casta de delincuentes.
Pero también están, los delincuentes del poder ejecutivo, que se coluden con los presidentes regionales y alcaldes, para sobrevalorar las obras.
Esa es la segunda casta, la mas temida por que manda sobre las FFAA y policiales.
La prueba esta en que no quieren destruir todo lo que produce la primera casta por conveniencia.
Por eso no pueden o no quieren detener a los prófugos los sobrinos del golpista, ladrón Castillo, al inefable Cubano y traidor a la patria Cerrón, a Quispe Palomino, a los carteles de la droga, el Perú produce 1000 kilos diarios de cocaína, y todo el mundo sabe, que sale por la frontera con Brasil, una parte, otra parte sale por el Callao y otros puertos o por el aeropuerto Jorge Chávez y solo detienen menos de 1000 kilos al año ¿y los otros 364,000 kilos? Nadie hace nada.
La tercera casta es la que esta enquistada en los ministerios, donde hay funcionarios de segundo y tercer nivel que se hacen ricos, haciendo lenta la tramitológia de algunos ducumentos para poner una empresa, una pensión, una declarotoria de fábrica o cualquier trámite, lo cual aceleran, previa coima.
La cuarta casta es la política, la que permite que todas las castas continúen, por que permiten que en sus pseudos partidos entren, las demás castas y lleguen al congreso.
Así tenemos que en todos los partidos nacionales o movimientos regionales se juntan personajes con ansias de llegar al poder y saquear el país.
Siempre fue así, pero hoy lo hacen con desfachatez y no les interesa la opinión del común de la gente.
¿Quien sabe si los vídeos que nos presentan como los "Gallegos" o los delincuentes del "cerro San Cosme", son auténticos y no editados por un servicio de inteligencia, para tenernos asustados y no ver la delincuencia de las castas?.
Hay también una casta judicial, donde fiscales llevan años investigando a delincuentes confesos, como la Villarán y no acusan, lo mismo con los Humala, pero si son rápidos para acusar o soltar a los robacelulares o asesinos filmados en vídeos, jueces que sueltan a los dueños de constructoras o dueños de diarios y canales de televisión , delincuentes con pruebas y acusados por sus socios.
Comentario a parte merecen los fiscales, otrora celebres y hoy de capa caída Domingo Perez y Vela Barba, nunca tuvieron la intención de destruir la corrupción de Ódebrecht, con sólo incautarles sus negocios y detener a Baratta hubieran logrado una colaboración eficaz, valiosa para los intereses del Perú, prefirieron sus intereses personales al interés del Perú.
¿Cómo cambiar esta situación?
Tomemos conciencia y concentremonos en encontrar un caudillo, que conozca estos problemas, que conozca el Perú, que tenga vínculos con las FFAA y policiales, que respete la constitución , que tenga cultura, que sepa lo que ocurre en el mundo y sobre todo que prometa hacer grandes obras y poner en valor todos los proyectos mineros con licencia social.
Que sepa atraer inversiones.
No se olviden que pronto tendremos 50 partidos políticos inscritos donde estarán las castas arriba mencionados.
Les digo castas por no decirles mafias.
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