Alianza Lima
“Chicho Salas” y la vez que ganó en Asunción
En la Copa Libertadores del 2003, Alianza logró ganar en Defensores del Chaco.
La escena dura solo veinte segundos en YouTube, pero para el corazón de Alianza Lima esta es una obra de arte sin fin. El actor principal se llama Nicholas Tagliani, un mastodón armonioso y cruel, que lo considera a los dioses después de que estaba considerando la pelota tres segundos de la huelga de penalización y habla con él, convenciéndola de asegurarse de que el nido en este rincón del porche, donde el arquero solo están. Ven con tu imaginación. Surgemente, como él dio al cielo, el argentino es asesinado a tiros en los brazos abiertos con una sonrisa, que es conocida heroica y lo lleva a unos cien metros al banco adjunto.
Detrás de él, a esta velocidad, que se logra solo cuando corres por amor o por tu vida, Guillermo Salas lo persigue para colgarlo y mantener a sus otros compañeros de clase, quienes, por otro lado, improvisan la pirámide humana de alegría.
Esta es la noche, y la sensación de calor se agregó a la humedad pervertida de la asunción, la molienda del cuerpo, la fuerza y la concentración. Los defensores de Chaco permanecen en silencio, mientras que el "Chepe" Torres reaparece después de sus alumnos en medio de la emoción. El gol alcanzó los últimos momentos del partido, en el que Alianza Lima, con la ley de Guillermo Salas Jefferson Farfán en una posición ofensiva, luchó contra cada pelota con la víctima, hasta que se regaló de Bross con una victoria.
Veinte años más tarde, Guillermo Salas ya se ha perdido y examina motódicamente sus ideas y alternativas para ganar nuevamente en la cálida capital Paraguay. Estudie al enemigo hace dos décadas e indique, presta atención, recuerda. "Chicho" volverá a los Defensores de Chaco con Alianza Lima para apoyar, como en estas vacaciones, a su íntima. Ya sin Nicholas Tagliani, pero con un Pablo Sabbag de bombeo en el área; Con Jefferson Farfán hay miles de kilómetros, pero con una sociedad muy cercana e íntima entre Andrade, Reyna y, posiblemente, nada. Sin Ernesto Arakaki, para salvarla de la línea, protegió a Gustavo Roverano, pero con bestias elegantes convexas y sólidas y sólidas, bastante bien protegidas, como Carlos Zambrano.
Hoy, el oponente es diferente, es Libertad, no Olimpia; Aunque el contexto, tal vez, es el mismo en golpes amplios. Un lugar que llega bien y un visitante con sed de triunfo.
Podemos ser realistas y comprender que los “blanquiazules” hoy tienen un equipo para una oferta razonable, objetivo máximo, victoria. Podemos verificar las estadísticas y tener en cuenta que los números no mienten, pero están equivocados. Esta franja de 30 juegos sin victoria tampoco es invencible: la libertad.
A veces también es útil elegir uno romántico. Cree en un equipo que resultó ser un proyecto convencido y dedicado. Y el jueves, el proyecto requiere un buen resultado. Un empate, en el peor de los casos. Afortunadamente, hay un equipo, hay un técnico y hay un fanático. Como el 20 de marzo de 2003, con Chicho.
Sergio Martínez
Fuente: Diario Depor
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