Cuidado que se esté naturalizando el delito y la violencia en el país

Por Cesar Ortiz Anderson

Ya la corrupción se ha naturalizado muchos años en el país, primero con el caso de Odebrecht salió a la luz la corrupción en los últimos gobiernos en el país, la valiente Fiscal de la Nación Patricia Benavides le quito la careta a muchos corruptos de este gobierno, la gran mayoría de los otros políticos de gobiernos anteriores no querían levantar mucho la voz, sin duda tenían techo de vidrio, cuando no un gran rabo de paja, pero esa es nuestra  idiosincrasia, nuestro modo de ser que nos distinguen de ciudadanos de otros países, o acaso no es cierto que el pueblo acuño la frase "que los políticos roben pero que dejen obras" como si la corrupción fuese normal con el agravante que en nuestro país esa corrupción viene junto a la nefasta impunidad, nos hemos vuelto en el país del no pasa nada, cualquier cosa se arregla por lo bajo.

Este preámbulo era necesario ya que los factores de corrupción e impunidad, son los males centrales, junto a la falta de voluntad política y muchos otros, que impiden que la seguridad ciudadana funcione de manera adecuada han pasado los últimos 7 gobiernos sin sentar bases para que exista una  Política de Estado anti delito, en esos gobiernos nadie ha tenido una visión holística para que de manera integral y articulada se trabajaran, Planes, Diseños y Estrategias que gradualmente y con los ajustes necesarios se tengan respuestas adecuadas contra la criminalidad, señalo que la delincuencia es un fenómeno de origen social y no se puede como sostienen algunos políticos erradicar, eliminar o acabar con ella, entiéndase que lo que si podemos con respuestas contundentes que encierran una convicción lógica ir reduciendo de manera planificada y gradual el número y frecuencia de los delitos.

Hoy luego del accionar de la modalidad del sicariato ocurrido primero en el Distrito de San Miguel donde mataron a 6 integrantes de una familia entre ellos 2 menores de edad y una semana después sicarios iniciaron una balacera  dentro de una pollería dejando 4 heridos dos de ellos de gravedad y también salió herida una niña, estos hechos han conmocionado a la ciudad, tengo que señalar que ambos casos la victima principal era personas que habían estado involucrados en el mundo del hampa, estamos frente a un ajuste de cuentas de la delincuencia organizada, sin duda en una balacera el riesgo de que inocentes salgan mal heridos o muertos siempre es factible, casi todos los días en los últimos 2 años los medios de comunicación dan cuenta de muertos por acción del sicariato, recordemos que ha mediado de los años 90 habían asesinatos cometidos por sicarios pero todos eran productos de involucrados en el narcotráfico y eran solo algunos, ya por el año 2008 , comenzaron a ver mayores cifras del accionar del sicariato, las cifras oficiales en el año 2015 llegaron a 96 asesinatos por sicariato, en el año 2022 de Enero a Agosto según cifras oficiales hubieron a nivel nacional 219 asesinatos, en los meses de setiembre a diciembre el aumento del accionar del sicariato fue exponencial, el biotipo del sicario son adolescentes/jóvenes de 15 a 24 años, diestros en el uso de armas de fuego, asesinan por dinero, normalmente hacen uso de motos lineales o carros, hay una ausencia impresionante de escrúpulos y  valores, se mueven en un mundo donde tienen sus propias peculiaridades, códigos y modos, viven en un mundo donde la muerte no les es ajena.

En Latinoamérica es en Colombia en la ciudad de Medellín en el año 1989, que se empieza a conocer las acciones del sicariato a gran escala, ya en el año 1984 los sicarios habían asesinado al Ministro de Justicia de Colombia, Rodrigo Lara Bonilla, en el año 1989 a un candidato presidencial Luis Galán Sarmiento a partir de allí los asesinatos selectivos se multiplicaron a tal punto que una importante parte de la sociedad colombiana vivía atemorizada, en la ciudad de Medellín en el año 1991 la cifra de muertos por sicarios fue de 6,809 y fue catalogada como la ciudad más violenta del mundo en ese año, pero fue en el año 2,000 durante la presidencia de Andrés Pastrana, ese año se registraron más de 38,000 muertes violentas, hubieron más de 3,000 secuestros planificados, eran los tiempos del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, que incluso pagaba por cada policía muerto,  la respuesta de los sicarios no se hizo esperar en una semana mataron a 12 policías, fueron tiempos difíciles y violentos que sufrió el hermano país de Colombia.

Una abogada y criminóloga Colombiana Olga lucia Gaitán hace una muy interesante investigación del sicariato que les recomiendo leer,  hay muchos jóvenes ligados al delito urbano que han construido una sub cultura que tienen su propio lenguaje y códigos, un sistema de relación diferente entre ellos y una diferente actitud frente a la vida y la muerte, viven con plenitud el presente sin pensar si mañana mueren, en esa investigación da cuenta de las palabras de un muy joven sicario colombiano, que señala que al final somos todo o somos nada, "se puede ser muchas cosas en esta vida, pero siempre seremos mortales".

México es otro país que producto del narcotráfico tienen muertes por sicariato, México manifiesta su inseguridad de 2 formas la Inseguridad Ciudadana de la población por aumento del delito y también por el auge del narcotráfico, en el año 2019 de acuerdo a las estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Publica hubieron 34,582 homicidios dolosos, habiendo aumentado en 2,5 % con respecto al año anterior 2018, el presidente Manuel López Obrador, reconoció que su gobierno no ha logrado abatir la violencia y que es una asignatura aún pendiente, en mi opinión si AMLO cree que puede abatir la criminalidad en su país es que no conoce nada de lo que está hablando.

Son varios los factores para que hoy sobre todo la juventud ingresen al mundo del hampa, hogares disfuncionales donde la violencia y falta de valores son una constante, el consumo de alcohol y drogas, exclusión social, falta de oportunidades para la juventud, el dinero fácil, un sistema como el nuestro donde las transgresiones de Leyes y normas debido a la corrupción lo puede conseguir todo, la impunidad, la carencia de Fe de Religión en sus vidas, debemos tomar en cuenta además lo dicho por la OMS, que el año pasado señalo que la pandemia afecto a un 70 % de la población mundial en su salud mental.

La pregunta recurrente es que se puede hacer frente al sicariato, ante un delito que se realiza entre 6 y 14 segundos es casi imposible una respuesta de la seguridad pública, hay que trabajar el tema de inteligencia policial de informantes en las calles, hay que de manera urgente repotenciar la investigación policial, en mi opinión deberían haber 2 policías la uniformada en un trabajo preventivo, disuasivo de enfrentar la criminalidad en las calles y los policías investigadores, este gobierno que tenga voluntad política para darle más operatividad modernizando la policía, tenemos mayoritariamente una policía desmoralizada por su politización y ello desde el primer gobierno de Alan García que realizo en mi opinión una nefasta reorganización policial, pero una policía entregada a la ciudadanía y que se merece el respaldo de esta. 

Finalmente, a la población mientras nuestra clase política trabaja para mejorar la seguridad de todos los ciudadanos, tenemos la obligación de asumir una cultura de seguridad ciudadana en todos los ámbitos incluidas sus viviendas, ser muy cautos y prudentes en su día a día usar el sentido común, por ejemplo el retirar una importante suma de dinero en efectivo del sistema financiero es un grave error, como lo es llevar un perfil alto, ser rutinarios, no revisar los elementos y sistemas de nuestras viviendas, revisar y actualizar documentación de las personas que trabajan para nosotros, ser solidarios y no enfrentar a una delincuencia armada que hoy tiene todo a su favor. 

Cesar Ortiz Anderson

Presidente de Aprosec

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