Por David Silva Escalante
El Perú está atravesando una situación difícil, debido a las protestas de nuestros compatriotas del sur del país.
Pero esto no es de ahora esto tiene su origen, en la idea del sátrapa Evo Morales, que quiere una salida al mar para Bolivia a como dé lugar.
Por eso ha venido hace años a tratar de dividir el Perú, con un discurso de odio, del pobre contra el rico, del cholo contra el blanco etc. Como lo hizo en su país.
Esta predica se vio acentuada con la colaboración del profesor castillo cuando fue presidente y Aníbal Torres, cuando fue primer ministro.
Ahora esta crisis se ahonda más porque hay muertos, que es lo que buscan los comunistas, terroristas y dirigentes sindicales para exacerbar los ánimos y la violencia siga creciendo.
¿Quién financia esto?
¿A quién le conviene que el sur se levante contra el estado?
El financiamiento viene de la minería ilegal, tala ilegal, narcotráfico y del contrabando.
A ellos les conviene esta situación.
Además, esta protesta no es por derechos, a estas personas no se les puede decir pobres, ellos venden sus minerales, madera, coca y contrabando en dólares.
Ellos lo que no tienen son servicios básicos en los lugares donde delinquen.
Por eso protestan, para que el estado no los fiscalice y no los formalice y paguen sus impuestos como debe ser.
En esas regiones reciben el canon más grande proveniente de la minería legal, por ejemplo, el cuzco recibe un millón de dólares diarios de canon, así Cusco, Apurímac.
Lo que sucede es que todas sus anteriores autoridades están presas por robarse la plata del canon.
Qué casualidad todos son comunistas.
También azuzan a esta barbarie personajes, como Cerrón, Bermejo, Puka, la Vero y otros que nunca se ponen al frente de una marcha, solo mandan a sus lacayos generalmente ex terroristas para que lleven ilusos a las marchas y sirvan como carne de cañón.
¿Cómo terminar con esto?
El gobierno y Dina Boluarte, debe ser menos tibios y declara el estado de sitio, para que las FF.AA. tomen el control de la zona y agarrar a los cabecillas.
Así se acabará pronto con el derramamiento de sangre de pobladores y policías.
No podemos dejar que un grupo de desadaptados, que no llegan a cinco mil pongan contra la pared a 33 millones de peruanos que queremos paz, unión y libertad para hacer del Perú, un país líder como lo fue del 2006 al 2011, algunos lo llamaron el milagro peruano.
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