Un gobierno a lo mexicano algo parecido está ocurriendo en el Perú

Por Cesar Ortiz Anderson

El gobierno de López Obrador en México ya se le podría llamar un Narco Estado, su Congreso de la Republica apoya mayoritariamente esa peligrosa situación, los tentáculos de un gobierno de izquierda y el narcotráfico ha envuelto con el poder del dinero a muchas instituciones de ese país, pero volviendo a nuestra vergonzosa realidad y sumando muchas líneas del excelente Editorial del diario La República de hoy jueves, muy buena para no replicarla.

Acaso no es cierto que el Ejecutivo y el Legislativo siguen trabajando en pared, para su propia conveniencia y no la de la mayoría de peruanos, ante todas las acusaciones de corrupción de este gobierno, con varios prófugos de este régimen y no solo por el fondo, la forma como se burlan del país es inadmisible, ante tamaña realidad hay un conveniente silencio del hoy inquilino precario de palacio de gobierno y como los funcionarios de este gobierno no son muy leídos, tendré que señalar que precario significa que es poco estable, poco seguro o poco duradero.

En estos casi 11 meses de esta caricatura de gobierno, se está viviendo en permanente intranquilidad y desconfianza, acaso no es cierto que la hipótesis del Ministerio Publico que se tendrá que probar señalan que el mandatario no solo conocía las operaciones ilegales, sino que las lideraba, si así se demuestra estaríamos frente a una organización criminal, que apuntaron a saquear el Estado.

Lo grave además es que el Poder Legislativo no ha sabido manejarse como fiel de la balanza, por el contrario, si analizamos su actuación solo han modificado algunas Leyes a su conveniencia, querían quedarse a toda costa, garantizar su reelección y abriendo nuevos puestos de trabajo para que los congresistas y sus allegados no se queden sin ingresos.

Este Congreso de la Republica que están modificando en modo exprés 53 artículos de la Constitución, sin debate.

De una carta magna de 26 artículos ya cambiaron el 25%, convirtiéndose de facto en esa Asamblea Constituyente que pregonan detestar, allí se demuestra que, del dicho al hecho, han cambiado todo los que le van a beneficiar.

Se agregan poder, se quitan multas, se crean puestos de trabajo, se entornillan en sus asientos por 5 años, se garantizan reelección y negocian sus votos a cambio de apoyar iniciativas tan infelices como la contrarreforma educativa.

Ante esta dolorosa realidad el pueblo debe exigir al unisonó que se vayan todos.

Cesar Ortiz Anderson

Presidente de Aprosec

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